Ya todos los hemos visto caminando por el colegio, buscando comida. Algunos de ustedes probablemente ya les han dado de comer. Pero, ¿les deberíamos dar de comer? ¿Cómo sabemos que estos perros no son una amenaza a la seguridad de todos nosotros?
Estos perros son del barrio que está localizado al lado del colegio. Se lograron meter y ahora se siente como si fueran parte del colegio. El colegio ya ha intentado cerrar todas las posibles entradas a estos perros, pero siempre encuentran alguna manera de volver a entrar. ¿Les cierran el cerco? Hacen un hoyo por debajo. ¿Los corren por acá? Entran por otro lado, intentando pasar desapercibidos.
Pero, aunque nos den pesar estos perros, no les deberíamos dar de comer ya que eso los hace querer seguir viniendo.
Antes de que empiecen a pensar que el colegio es malo por no querer que estos perros entren, piénsenlo un poco. El colegio tiene la razón. Nadie sabe si estos perros tienen alguna enfermedad o si pueden morder a algún estudiante.
Aunque esperemos que nunca llegue a pasar, el día que un perro muerda a alguien, le caería la culpa al colegio ya que no deberían de andar por el campus. Pero somos nosotros los que los seguimos llamando al darles de comer. Así que, la próxima vez que vean a estos perros, no les den de comer.
Aunque su cara sea adorable, no se dejen engañar.
Foto: Alejandra Bolaños
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